Me fue practicado un Bypass Gástrico el día 25 de Julio de 2007, pero para tomar esta decisión de hospitalizarme y que se me practicara esta cirugía, me tuve que armar de mucho valor, virtud y sabiduría.
Digo sabiduría porque tenía que entender muy bien de que se trataba dicho procedimiento; virtud para tomar la decisión de hacerlo; y valor para no desistir de todo lo anterior.
Debido a mi problema de obesidad desde muy pequeña, no lo veía como algo que podía afectar mi vida, pues ya estaba acostumbrada a llevar mi vida así… circunstancia que no me afectaba para nada, puesto que no tenía definido ningún objetivo en mi vida, ni tantas complicaciones de salud, pero a medida que fue pasando el tiempo se fue deteriorando, tal vez demasiado, diría yo, mi calidad de vida; por tantos quebrantos de salud, día tras día… al punto de llegar a presentar un síndrome metabólico como es: Diabetes, tiroides, tensión alta, colesterol, triglicéridos, etc. Me tomaba 15 pastillas al día, aparte de todo presentaba un gran riesgo de infarto, certificado por los especialistas que me atendían, pero hoy me siento orgullosa de poder decir que todo esto está superado por completo.
Yo siempre soñaba (despierta) poder llevar una vida digna no solo para mí sino también para mí familia ya que esto era indignante para todos; les digo con el corazón que me atormentaba siempre la idea de ser en el mañana una carga adicional para mi familia.
Nunca me imaginé que el todo poderoso tenía un premio especial para mí, como el guiarme al encuentro con mi Dr. CAMILO DÍAZ, un ser tan especial, que muchos anhelan encontrar pero que solo pocos tenemos la fortuna de encontrarlo, por ello yo me considero una afortunada porque yo lo encontré, con la ayuda de Dios, para poder decirles que el sueño de toda mi vida hoy es una realidad. Hoy le digo ¡gracias! Por esa gran ética y calidad humana tan excelentes que posee ya que no solo se pone en la situación de su paciente, sino también de nuestras familias, con consejos prácticos, interés real con un gran carisma humano con devoción y entrega por su profesión, y sus pacientes en una forma desinteresada sin esperar nada a cambio, solo nuestro bienestar.Dr. DÍAZ, hoy con mi familia lo queremos saludar; como también a sus pacientes a quienes trata con mucho cariño esmero y respeto y por quienes con gusto daría todo por no vernos sufrir y demostrando mucho por su profesión; a ustedes los nuevos pacientes queremos manifestarles que tengan mucha tranquilidad y confianza que están con Dios y un gran profesional quien cuidará y sanará sus dolencias y mejorará su calidad de vida como lo ha hecho conmigo.
Dr. DÍAZ mil gracias por la oportunidad que le dio a mis hijos para tener una mamita sana, por mi vida, por todo, que Dios lo bendiga como también a la Dra. MARTHA, al Hospital Universitario Mayor, Dr. SILVIO ROSALES, y les siga dando mucha más sabiduría para poderle seguir ayudando a tantas personas que lo necesitamos en verdad.